10.5.11

Si lo viera, la vaca dejaría de reír tanto

Todos sabemos que en Marruecos se pueden encontrar todo tipo de productos de imitación.

Pero esto se lleva el premio gordo:

"Say Cheese, vaca qui rit"




9.5.11

Teorías de Marketing marroquí: Capítulo 2 - Los Maniquíes

Siguiendo con los capítulos de Marketing que empecé ayer hoy propongo una nueva teoría, pero esta vez abierta a discusión porque a lo de los maniquíes en la medina yo no les veo explicación...

¿Por qué los maniquíes de la medina dan tanto miedo? ¿Es necesario que sean tan tremendamente feos? ¿Será para que, si te pruebas la ropa te veas más guapo que el muñeco y te lleves la mercancía?

A las pruebas me remito:

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A estos parece que los han "colgado"

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¿Un niño llorando?

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Cowboy


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Sin palabras...

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Este parece que está de resaca


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Las Marilyn de la medina


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Muy monas

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Barbie rubia, morena y pelirroja;¡ no falta una!

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Éstas son las que más mal rollo me dan

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Las más monas que he podido encontrar

8.5.11

Teorías de Marketing marroquí: Capítulo 1 - Las Abejas

Tengo una teoría que hace mucho tiempo que quería compartir con vosotros: las abejas.

Os estaréis preguntando de qué va todo esto del marketing y las abejas. Cómo unas abejas pueden ayudar a la venta de un producto, y de qué producto se trata, ¿no?

Resulta que este es el país en el que más abejas me he encontrado por el camino y siempre suele ser en terrazas, cafeterías y restaurantes al aire libre. Ellas se sienten libres y campan a sus anchas, se beben tu coca cola, pasean por encima de la mantequilla... y tú te preguntas: ¿por qué narices no se las llevarán a todas?

Pero donde más abundan es dentro de las pastelerías, allí sí que son las reinas, están encima de los croissants,  del pan au chocolat, los pastelitos, los panecillos... Yo ya siento cierta apifobia cada vez que entro en el Chef D´Oeuvre (nuestra pastelería favorita) y me pregunto: ¿Por qué narices no se las llevarán a todas?

El caso de los puestos de pasteles y turrones de la medina ya es una cosa extrema y lo mejor es no acercarse demasiado si una no quiere salir con una picadura.

Esta es mi respuesta. Mi primera teoría de marketing marroquí es muy sencilla y está relacionada con el gusto que tienen los marroquíes por todo lo dulce (dos sobres o tres terrones de azúcar para un café me parecen demasiado, digan lo que digan). 
A los marroquíes les gusta el dulce más que a las abejas mismas y por ello las abejas son el indicador perfecto para saber qué es dulce y qué no!

Si hay abejas es que es dulce, si hay muchas abejas es que es muuucho más dulce y si el trozo de turrón verde tiene más abejas que el de turrón rosa eso significa que el primero es más dulce y por lo tanto mucho más rico que el segundo. 

Si hay abejas es que está rico, ¡si hay muchas abejas es que está riquísimo!

¿Para qué llevarse a las abejas si demuestran que tus productos son los más dulces/ricos?


Et voilà! Después de la teoría os propongo un pequeño caso práctico:




Abejas en el Chef D´Oeuvre

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Abejas en un puesto de turrones de la medina

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Según la teoría ¿Qué es más dulce en la práctica: los croissants de la pastelería o los turrones de la medina?

4.5.11

Alto, muy alto

El sábado pasado me fui a airearme un poco a Casablanca. 

Parece mentira que viviendo en Rabat, una ciudad bien tranquila, mi manera de cambiar de aires, respirar y pensar en otras cosas sea irme precisamente a Casa, llena de coches, más contaminación, gente y ruido. Pero ¡en fin! a mí siempre me viene muy bien.

Sobre todo, teniendo en Casablanca una amiga que me lleva a comer a Chez Paul, de tiendas, me regala una sesión con una vietnamita pintándome las uñas y me sube alto, a lo más alto de la ciudad.

Lo más alto de Casablanca y supongo que de Marruecos, son las Torres Kenzi, ideadas las dos para acoger oficinas. Sin embargo, a alguien se le ocurrió montar un pedazo de hotel y en el piso más alto de una de ellas, un restó y cafeteria y llamarlos SKY 28. De lo más recomendable para tener una perspectiva distinta de la ciudad.

Subir a un piso 28 en Marruecos es toda una experiencia. Tras meses acostumbrada a subir como mucho cinco pisos, llegar así de alto y observar Casablanca desde tan arriba, impresiona, qué le vamos a hacer...

Las vistas son increíbles, el tráfico, los edificios, el mar, la mezquita de Hassan II, el caos desde allí alto parece ordenado y la ciudad parece no acabar nunca.

¡Lo mejor para respirar, vaciar la cabeza y volver a bajar completamente renovada!

(Gracias Elenis)