No pensaba escribir otra entrada tan pronto y la verdad es que pensaba hablaros de mi pececito dentro de un tiempo. Pero bueno, las circunstancias así lo han querido...
Cuatro días. Definitivamente los peces a mí no me quieren. Hace dos años, Mery (mi compi de piso de Madrid y prácticamente mi hermana) y yo nos compramos un par de peces en un arrebato consumista. Duraron exactamente cuatro días.
El miércoles pasado, Mila (mi nueva compi de piso) y yo compramos en otro arrebato consumista un par de pececillos. ¡Parecian muy majos estos pequeños peces marroquíes, así entre naranjas y blancos y con una florcilla dentro de la pecera!
Y cuando ya había elegido un nombre para mi nueva mascota ("Sukran sukran", que en árabe dariya quiere decir: "gracias gracias") ¡va el tío y se tira fuera de la pecera! Sí, EXACTAMENTE cuatro días después de haberlo acogido en casa.
Inshallah no me dé por comprar otro... ¡pobrecillo!
jajajajajajaja
ResponderEliminar¡Pobres! pero tú no te preocupes, que dicen que los peces dan mala suerte! aunque ya no sé si la mala suerte se la dabas tú ;)
Un beso a tu compi de piso y otro pa tí!
Jajaja, que gran pequeña historia. Que buen piso para visita-Mila y Lina-que grandes. :)
ResponderEliminarEspero que hayais arrancado bien por allí, un poco más al sur vamos haciendo también. Un beso fuerte para las dos.
Ah y sobre SAfrica:
http://losfeossomosmas.blogspot.com/2010/10/landing-in-africa.html
Poor, era colorido...
ResponderEliminar