28.10.10

El jardín andaluz

Un paseo por el jardín andaluz, en la Qasbah des Oudaia (la fortaleza de los Oudaias) te llena de calma. Lo mismo da si has venido cruzando la ajetreada medina, repleta de gente, comida, olores y gatos, o has llegado en un petit taxi, esos coches azules en los que te sientes más en una atracción de feria que en un servicio público.

Tengo pocas palabras para describir esa sensación fresca, el olor de las flores. La temperatura baja unos grados desde que cruzas la muralla y te pierdes en su suelo pedregoso.

Lo mejor es que me sigáis en el vídeo, cruzando el jardín, topándome con los turistas que pasan un día allí, y con Hanan, que pasa allí todos los días haciendo tatuajes de henna.

Acompañadme hasta la terraza en los Oudaias, desde donde se ven Salé y las olas, y ese hombre tan simpático te ofrece pastas y te explica su procedencia.
Tomaos un té con menta conmigo, al sol y con el olor del mar.




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