15.11.10

Balak! balak!


Ir a Fès es como retroceder en el tiempo, me habían dicho. Quizás cierto, quizás no, es una visita obligada en Marruecos. 

Aprovechando el buen tiempo del domingo (que nos ha recibido lluvioso a nuestra vuelta a Rabat) hoy nos hemos plantado en esta ciudad a 200 km de Rabat dando un paseíto en coche. (Con su parada obligatoria en un Minibrahim para desayunar huevos con khelib-perdonad pero no tengo ni idea de cómo escribirlo- una deliciosa carne de cordero confitada en su propia grasa).

La medina antigua de Fès te atrapa con olores mucho antes de llegar a las tanneries (la zona del gremio de curtidores): plantas, frutas, carne de camello...
Mucho más auténtica, más estrecha, más laberíntica que mi ya querida y acogedora medina de Rabat, parece que el tiempo no pasa para ella. (Si no fuera porque es posible encontrar carcasas para ipods)

Nosotras, valientes de nosotras, nos hemos atrevido sin un guía, (cosa que recomiendo si es la primera vez que se visita) ya que Mila la paseó unos cuantos días en sus vacaciones hace un año. Esto te permite ir más libre (es decir, sin tener que hacer las paradas obligatorias en lugares en los que no quieres comprar) pero no te libera de aquellos que quieren llevarte a esos sitios turísticos y que pueden resultar realmente pesados-barra-agobiantes.

Hay dos animales que he visto hoy más que en toda mi vida. Los primeros, los famosos burros que son el único medio de transporte accesible en esas calles. Si escuchas "balak, balak" APÁRTATE, hazme caso, esos animales no tienen frenos en las patas y llevan encima desde botellas de coca cola hasta cuero de camello o cabra.

Los segundos, los moutons, corderos que ya están llegando a muchas casas marroquíes para el miércoles, que es el Aid L´Kebir, "La Fiesta Grande" del sacrificio del cordero. Se escucha BEHHH BEHHH en todas las calles y las carreteras están llenas de minifragonetas cargando con estos pobres animalillos. (Incluso es posible encontrar furgonetas llenas aparcadas en los Minibrahim de la autorute).

Quizás lo más característico y turístico a la vez en Fès es subir a la terraza de una de las tiendas de los curtidores y asomarse a ver la tannerie, los pozos llenos de pieles y las pieles secando al sol, las lanas muertas y las lanas vivas. (En vano el chico me ha explicado la diferencia, pero a cambio le he comprado unas babuchas, siempre tras el tradicional regateo).

Conclusión, Fès es fascinante y volveré todo lo que pueda este año, puede que tras varias visitas pueda sentir la seguridad y tranquilidad que siento cuando paseo por mi acogedora medina de Rabat.

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 Road trip de camino a Fès en la desviación de Meknes, una carretera verde que te hacer recordar tu país y sus viñedos y olivares.
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Feliz y sonriente en la entrada de la medina, siempre con una botella de "Hawai", refresco de naranja con un ligero deje a coco... buenísima!
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Querido Mouton, qué poquito te queda
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 Aprovechando que el burrito tenía un momento de descanso.
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Mila, Rachee y yo en la terraza de la tannerie
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Espectacular la tannerie, ¿verdad?

3 comentarios:

  1. :)

    Todo lo que dices lo sentí yo cuando estuve allí!
    Eso sí, tenías que haber relatado el olor de cuando subes a ver las pieles... impresionante!

    Un beso Lina

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  2. Por favor Lina sigue contando, quiero saber más. Me encanta tu blog y las ganas que le pones

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  3. Laina!!! me estoy engachando a tu blog y me estás entrando muchas ganas de conocer Marruecos, es q escribes muy guay, con mucha pasión cuando lo haces, es guay porque nos acercas un poquito a Marruecos y su cultura, me encanta!!

    Lu

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